En La Mujer Trampa, retomamos la historia de Horus y Nikopol unos años más tarde. Después del aprisionamiento de Horus por el resto de los dioses del panteón egipcio, después de su partida de la tierra, de la aparente locura de Álcide Nikopol, convertido en marioneta política junto con su hijo, que bien podría pasar por su gemelo; dado el marcado parecido que tienen ambos. Horus logra escapar y regresar a la tierra a bordo de la primera misión espacial interplanetaria que regresa a la tierra después de 26 años en el espacio.
Sin embargo, el personaje central ésta vez no es Nikopol, ni Horus. Es Jill Bioskop, una reportera que por medio de una extraña invención, termina escribiendo para un periódico francés de 1993 una serie de relatos sobre su tiempo, y después de un tiempo, sus crímenes. Jill es una mujer extraña, no sólo en el aspecto físico, al tener la piel blanca y el pelo azul, sino emocionalmente también, desligada de todo y todos, pasa sus días intentanto olvidar a un viejo amor que piensa muerto y asesinando a todo aquel que siquiera llegue a tocar su cuerpo.
Es por uno de estos hombres, sin embargo, que llega hasta Berlín, donde está inevitablemente obligada a cruzar caminos con Horus, y en última instancia, con Nikopol, quien acepta su destino como marginado en una sociedad donde no tiene cabida al ser un hombre de 1993; por lo cual recurre a su hijo, el otro Nikopol para poder ir en busca de Horus.
En realidad, la mujer trampa analiza de un modo muy sutil la sociedad cambiante que el mismo Bilal creó en la primera parte de su trilogía, lo hace por medio de Jill, con su realidad convulsa e incierta, con su desapego por la sociedad y por todo en realidad, es una mujer trampa, no porque sea como todas en su época sino porque del mismo modo en que Nikopol, Jill Bioskop pertenece más al pasado por sus ideologías y su modo de amar a una sola persona, que al presente en el que vive.
La historia de Jill, Nikopol y Horus termina en Frío Ecuador, donde conoceremos que pasa después de que Nikopol conoce a Jill y ella accede a quedarse con él por estar segura de poder olvidarlo después si así lo requiere; después de que los tres huyen de Berlin para escapar de los dioses de la pirámide que han regresado a la tierra a aprisionar a Horus.

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